FALSAS EXPECTATIVAS EN TORNO A LA VACUNA COVID 19 QUE PUEDEN DESENCADENAR DOLOROSAS FRUSTRACIONES

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Las promesas cada vez más intensas de que alguna vacuna contra el COVID 19 puede estar disponible para el próximo otoño boreal están alimentando expectativas poco realistas, advierten los expertos.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, uno de los pocos que se anima a contradecir al presidente Donald Trump porque quizás está con un pie afuera, fue categórico al desestimar que la vacuna esté disponible para cuando los estudiantes estadounidenses vuelvan a clase en septiembre.

Fauci fue uno de los funcionarios del gobierno Federal que la semana pasada testimonió ante un comité del Senado de Washington que por primera vez desde el inicio de la pandemia en Estados Unidos se convocó de modo virtual con la expectativa de encontrar alguna respuesta sobre el fin de la crisis.

Por el contrario, Fauci utilizó gran parte de su testimonio para recordarles a los senadores que “en el corto plazo, no podemos contar con una vacuna para poner fin rápidamente a la pandemia”.

Fauci, sin embargo, terminó sus comentarios sobre la vacuna en una nota alentadora, diciendo que lograr una vacuna dentro de un año o dos está completamente dentro del ámbito de la posibilidad.

"Definitivamente no es una posibilidad remota", afirmó Fauci. "Es mucho más probable que en algún momento en ese período de tiempo, obtengamos una vacuna contra el virus", aseveró.

Sin embargo, las expectativas de algunos senadores eran otras al comienzo de la audiencia, pues el senador republicano Lamar Alexander preguntó si los estudiantes de la Universidad de Tennessee (su distrito electoral) podían esperar que, para el otoño, pudieran regresar a clases después de recibir una vacuna que los inmunizara al Covid-19.

Esas expectativas se han oscurecido por los informes negativos sobre los tratamientos y medicamentos candidatos para combatir el COVID 19 y por anuncios apresurados como los que efectuaron el laboratorio biotecnológico Moderna de Estados Unidos y la Universidad de Oxford, prometiendo una vacuna para antes de fin de año, señaló Helen Branswell, periodista canadiense especializada en enfermedades infecciosas del sitio STAT.

Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, reconoció a la periodista de STAT que “estoy preocupado de que las personas no se estén preparando para la posibilidad de una ola de infecciones de otoño, que algunos expertos temen que sea más grande de lo que hemos visto hasta ahora, porque esperan que haya una vacuna disponible”.

"De hecho, he escuchado a expertos en educación superior decir: Bueno, ya sabes, estamos contando con la vacuna tal vez para septiembre porque seguimos escuchando sobre eso. Y, por supuesto, están asumiendo como cierto que los colegios y universidades tendrán la vacuna”, declaró a STAT.

Osterholm y otros expertos dejan en claro que no habrá suficientes vacunas para los estudiantes en edad universitaria en ese período de tiempo, incluso en el mejor de los casos.

Aunque alguna de las vacunas en investigación consiguiese demostrar su eficacia y fuese aprobada por las autoridades de la FDA, sería reservada en primer término para los trabajadores de la salud y otros involucrados en la primera línea de contagio y no para la población en general.

“No creo que nos estemos comunicando muy bien con el público, porque sigo teniendo que decirles a estas personas, incluso si tuviéramos una vacuna que mostrara alguna evidencia de protección para septiembre, estamos muy lejos de tener una vacuna en los brazos de las personas”, vislumbró Osterholm.

Emilio Emini, quien lidera el grupo de trabajo de la Fundación Bill y Melinda Gates sobre el tema, también advirtió sobre las dificultades del proceso de producción en escala industrial de cientos de millones de dosis, que “puede demorar al menos un año”.

“Pero cualquier vacuna que requiera la construcción de nuevas plantas industriales, obviamente tomará más tiempo para alcanzar esos niveles de producción”, alertó.

Marie-Paule Kieny, viróloga francesa, quien anteriormente dirigió el grupo de la OMS responsable de estimular el desarrollo de vacunas y medicamentos para epidemias y pandemias, dijo que cuando la agencia de salud global trabajó en la planificación en el período previo a la pandemia de influenza H1N1 2009, se propuso que los trabajadores sanitarios de todo el mundo tienen el primer acceso a la vacuna Se estima que ese grupo es aproximadamente el 2% de la población mundial, aproximadamente 156 millones de personas.

"Creo que es razonable decir que este debería ser el primer objetivo, porque como hemos visto en todas partes, incluso en los Estados Unidos, cuando se tiene un sistema de salud que no puede acomodar a las personas enfermas, entonces todos sufren", afirmó Kieny, quien es ahora directora de investigación en Inserm, Institut national de la santé et de la recherche médicale, el equivalente francés de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Es probable que los trabajadores de la salud sean seguidos por las personas con el riesgo más alto, como los adultos mayores y las personas con afecciones de salud crónicas, como diabetes, que aumentan el riesgo de morir por Covid-19, estimó la periodista Helen Branswell.

"No creo que la población general tenga la vacuna probablemente hasta la segunda mitad de 2021. Y eso si todo funciona bien", estimó Robin Robinson, quien fue director de the Biomedical Advanced Research and Development Authority (BARDA), instituto dependiente del Departamento de Salud de Estados Unidos, desde 2008 a 2016.

Independientemente de quién reciba prioritariamente las vacunas y cuándo, se cree que la mayoría de las vacunas nuevas, si no todas, requerirán al menos dos dosis para ser efectivas, por lo que cualquier cálculo del número de dosis disponibles deberá dividirse por dos para averiguar cómo muchas personas pueden esperar ser vacunadas.

Osterholm subrayó que el público, tanto aquí como en el extranjero, necesita comunicaciones más claras sobre plazos realistas para el acceso a la vacuna Covid-19. “Cuando las vacunas comiencen a estar disponibles, la demanda será enorme y la oferta será mínima”, advirtió.

"Al principio será como llenar un lago con una manguera de jardín", advirtió. "Seamos honestos, cualquier país que reciba la vacuna primero va a estar en el asiento del conductor y en un lugar muy difícil porque ocho mil millones de personas querrán esta vacuna de la noche a la mañana cuando esté disponible", completó.