ARGENTINA COMPRA CARO LOS MEDICAMENTOS IMPORTADOS CONTRA EL SIDA Y DESESTIMA LA PRODUCCIÓN NACIONAL

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Argentina está pagando los precios más altos de la región en medicamentos para el Programa Nacional de Lucha contra VIH/Sida y mientras desestima los genéricos de producción nacional, privilegia la compra de fármacos patentados por las multinacionales.

El crítico análisis fue efectuado por José María Di Bello, presidente de la Fundación GEP (Grupo Efecto Positivo) durante un zoom organizado por el centro de profesionales farmacéuticos CEPROFAR en coincidencia con el Día Mundial de Lucha contra el VIH/Sida que se celebra el primero de diciembre desde 1987.

Durante el zoom de CEPROFAR, se confirmó que Argentina es uno de los países que participa del ensayo clínico de fase III de una vacuna para el VIH que desarrollan el laboratorio Janssen y los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH).

Argentina paga los precios más altos (de la región) por los antivirales que compra a las multinacionales, cuando hay algunos que no tienen patentes ni exclusividad y hay productores nacionales”, afirmó Di Bello.

El expositor aseguró que el 89 por ciento del presupuesto del Programa Nacional de Lucha contra el VIH/Sida se destina a medicamentos y en consecuencia “no queda prácticamente nada para la prevención”. Otro detalle significativo es que ese programa es el segundo presupuesto en volumen del Ministerio de Salud.

El presidente de la Fundación GEP mencionó que existe una “cartelización” de precios en los medicamentos contra el VIH, sin trazar diferenciaciones entre extranjeros o nacionales.

Sin embargo, Di Bello, fue rotundo cuando aseguró que las multinacionales “pagan fortunas en publicidad para tirar abajo la confianza en los genéricos, pero la ANMAT tiene su prestigio y si hay genéricos autorizados por la ANMAT son eficaces y de calidad”.

También comparó que “hay muchos gobiernos y organizaciones que están pidiendo que no haya patentes para las vacunas COVID, pero no lo pidieron para el VIH durante veinte años”.

“A las multinacionales les conviene que sigamos siendo enfermos crónicos porque eso es más rentable”, aseveró Di Bello, aunque al mismo tiempo resaltó que convertirse en paciente crónico ha sido un avance significativo, pues en sus inicios era una enfermedad impiadosamente mortal por falta de medicación eficaz. 

El presidente de la Fundación GEP resaltó que la nueva Ley de VIH, Hepatitis virales e ITS alienta la producción pública de medicamentos contra el Sida, que de concretarse “introducirá una competencia de precios”.

Di Bello estimó que el 77 por ciento de los pacientes con VIH se atienden a través del sistema público de salud y que el gobierno precedente de Mauricio Macri “nos dejó sin medicamentos, sin preservativos, sin reactivos, que fueron dificultades que tuvimos que remontar este año, pero lentamente estamos volviendo a tener estos insumos”.

Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y Director de Investigaciones de la Fundación Huésped, confirmó que Argentina es uno de los cinco países donde está siendo ensayada en fase III la vacuna MOS 4HIV-ad26 del laboratorio estadounidense Janssen perteneciente a la compañía Johnson & Johnson.

La vacuna conocida también como “vacuna mosaico” está siendo probada en pacientes de alto riesgo.

El laboratorio Janssen/J&J aseguró que los ensayos clínicos en fase II con monos demostró el 67 por ciento de efectividad.

A partir de estos resultados, Janssen en mayo de 2019 anunció que se iniciaban ensayos clínicos de fase III en Estados Unidos, España, Perú y Polonia.

El laboratorio estadounidense el 31 de octubre de 2019 agregó que había iniciado ensayos clínicos de fase III también en Argentina  (NCT03964415).

Sued recorrió la innovación en medicamentos contra el Sida desde la década del 80 cuando había que tomar hasta 27 pastillas diarias y con un elevado índice de toxicidad.

“Los tratamientos iniciales requerían de muchas drogas, ahora alcanza con una sola pastilla por día, además de baja toxicidad que permite bajar la carga viral en un mes”, comparó.

“Hoy la medicación no es tóxica y cuando antes se comience con el tratamiento mejor”, recomendó Sued, asesor regional para el tratamiento de VIH/Sida de la OPS.

La mayoría de la gente cuando se le informa que tiene VIH acepta iniciar el tratamiento rápido, porque se le dice también que tiene una expectativa de vida normal si toma el medicamento”, sintetizó Sued.

Sin embargo, “siempre falta algo más y hay que seguir innovando”, propuso Sued, mencionando que un avance importante sería la aprobación de los test domiciliarios, que “todavía están trabados en la Argentina, aunque sería una prueba logística muy fácil de resolver como el control de embarazo”.

Sued resaltó que los monoclonales y los inyectables serían una “buena opción” para reemplazar la actual medicación que genera el denominado “cansancio de las pastillas”.

Se trata de opciones alternativas y “necesarias” para aquellos que tienen escasa adhesión a los tratamientos por vía oral o un rechazo a la ingesta de pastillas, completó.

Durante el zoom organizado por CEPROFAR, hubo una coincidencia entre algunos expositores que Argentina ingresó en una especie de meseta o incluso de retroceso en la lucha contra el VIH/Sida y desde hace algunos años afronta dificultades para garantizar el suministro normal de los medicamentos y otros insumos.

Matías Muñoz de la Asociación Ciclo Positivo, recordó que Argentina supo ser un modelo (de campañas contra el VIH), “pero lamentablemente durante la última década o un poco más hubo un amesetamiento en los tratamientos y un estancamiento de las políticas de prevención y por eso la tasa de infección sigue activa”.

“Hemos tenido cinco años con problemas de administración para la compre de medicamentos e insumos contra el Sida”, coincidió Muñoz.

El presidente de la Asociación Ciclo Positivo subrayó que “la política pública debe pensar más allá y como mejorar los indicadores, pero está concentrada en tapar baches, en no quedarse sin medicación, porque el dólar sube y los oferentes se caen”.

“Pero la nueva administración tiene la posibilidad de volver a poner Argentina en el lugar que se merece y no debe haber problemas de insumos para poder atender las políticas públicas”, dejó como mensaje positivo el expositor.

Durante el debate que contó con la introducción y la coordina6ción de la farmacéutica Alejandra Urioste, Carolina  Meijon de Fundación HCV sin fronteras, resaltó que la nueva ley con tratamiento parlamentario “somos todos y tiene una mirada integral que respeta el derecho de todos”.

“La nueva ley está redactada desde la persona que convive con estas enfermedades y aporta un abordaje integral e interdisciplinario”, resaltó.

Los tratamientos cambiaron, pero los pacientes siguen siendo vulnerables todavía al acceso a esos tratamientos y a los diagnósticos”, completó.