LAS VACUNAS YA TIENEN DUEÑO

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Los países ricos han acumulado dosis suficientes de vacunas como para vacunar a su población de tres a seis veces, mientras que nueve de cada diez habitantes de setenta países de ingresos medios y bajos podrán vacunarse recién en 2022 si no se revierte la actual concentración distributiva.

Países que suponen el 14% de la población mundial ya disponen del 54% de las dosis previstas para los próximos meses, informó Médicos Sin Fronteras con datos de Third World Network y Airfinity.

El ranking de países que se aseguraron vacunas COVID de acuerdo con el total de dosis adquiridas, lo encabeza Estados Unidos (2.610 millones), seguido por la Unión Europea (1.965 millones), India (1.600 millones), Reino Unido (500 millones), Canadá (414 millones), Indonesia (400 millones), Japón (290 millones) y Brasil (196 millones).

La Argentina se ubica en el puesto número 14 entre 40 países analizados, con 47 millones de dosis confirmadas (22 millones a AstraZeneca y 25 millones al Instituto Gamaleya de Rusia). A estas cifras habría que sumarles las dosis que pueda conseguir a través de la plataforma COVAX de la OMS, aunque sin fecha de entrega.

“Si bien muchas naciones pobres pueden vacunar como máximo al 20 por ciento de su población en 2021, algunos de los países más ricos del mundo han reservado dosis suficientes para inmunizar a los suyos varias veces”, señaló el informe de la empresa de análisis científicos Airfinity.

Si se administran todas las dosis que han reservado, la Unión Europea podría inocular a sus residentes dos veces, Gran Bretaña y Estados Unidos podrían hacerlo cuatro veces y Canadá seis veces, según datos sobre contratos de vacunas recopilados por la Universidad de Duke, Unicef y Airfinity.

Canadá es el país que encabeza la lista de acaparamiento de dosis por habitante asegurándose vacunas suficientes como para vacunar a cada canadiense 5 o incluso 6 veces, escoltado por Estados Unidos y Reino Unido.

“Esto significa que la mayoría de la población de los países más pobres se quedaran sin vacunas. Hay algo que se puede hacer para evitar esta desigualdad global: la supresión de las patentes de las vacunas contra la covid. Pero los países ricos también se oponen a esta medida que sí reclaman los más pobres”, señalaron Médicos sin Fronteras, Oxfam, The People Vaccine's y Amnistía Internacional entre otras 379 OnGs que acompañaron el pedido de India y Sudáfrica en la OMC de suspender las patentes farmacéuticas durante la pandemia y que fue archivado hasta marzo.

Anna Marriott, responsable de políticas de salud de Oxfam, afirmó que "nadie debería quedarse sin una vacuna que salva vidas por culpa del país en el que vive o por la cantidad de dinero que tiene en el bolsillo”.

Pero, “a menos que algo cambie dramáticamente, miles de millones de personas en todo el mundo no recibirán una vacuna segura y efectiva contra la Covid-19 en los próximos años", alertó.

Los países de altos ingresos se han puesto al frente de la fila y vaciaron los estantes”, ironizó Andrea Taylor, investigadora de la Universidad de Duke que estudió los contratos.

Otras naciones ricas se unieron a Estados Unidos para realizar grandes pedidos por adelantado, a menudo con opciones para ampliar los acuerdos y adquirir aún más, lo que socavó la capacidad de muchos países para realizar compras oportunas.

Estados Unidos ha asegurado 100 millones de dosis de Pfizer, con la opción de comprar 500 millones más, y 200 millones de Moderna, con 300 millones adicionales en oferta. También ha reservado 810 millones de dosis de AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Sanofi combinados. Los acuerdos de expansión podrían llevar ese número a 1.500 millones.

Gran Bretaña ha reservado 357 millones de dosis de todas esas empresas, junto con una pequeña empresa, Valneva, con opciones para comprar 152 millones más.

La Unión Europea ha obtenido 1.300 millones de la mayoría de las mismas empresas, así como de la empresa alemana CureVac y puede obtener 660 millones de dosis más si así lo desea.

No todas las naciones menos ricas enfrentarán una grave escasez. Algunas han asegurado una cantidad sustancial de dosis que podrían salir al mercado el próximo año aprovechando sus propias fortalezas de fabricación de medicamentos.

India está en camino de producir más dosis de vacunas contra el coronavirus el próximo año que cualquier otro país. El Serum Institute of India, que tiene contratos para producir grandes cantidades de vacunas para AstraZeneca y Novavax, ha prometido al gobierno indio la mitad de su producción.

"India tiene prioridad porque es mi país de origen", dijo Adar Poonawalla, director ejecutivo de la empresa, en una entrevista.

Johnson & Johnson, cuya vacuna se está probando como dosis única, lo que la convierte en otro competidor en el mundo en desarrollo, ha prometido hasta 500 millones de dosis a los países de bajos ingresos, sin especificar qué naciones las recibirían.

China, que tiene la tercera mayor capacidad de fabricación de vacunas del mundo, ha indicado que tiene la intención de poner sus vacunas a disposición de los países en desarrollo.

Aunque las naciones ricas han reservado una gran cantidad de vacunas, tienen que esperar en la fila para que se cumplan sus pedidos. Los fabricantes necesitarán tiempo para aumentar la producción después de obtener la aprobación regulatoria y los países no recibirán todas sus dosis a la vez.

"El hecho de que haya comprado 100 millones de dosis no significa que recibirá 100 millones de dosis en diciembre", explicó Kendall Hoyt, profesor asistente de medicina en Dartmouth College que ha estudiado el lanzamiento mundial de vacunas.

Julia Barnes-Weise, directora de Global Healthcare Innovation Alliance Accelerator, opinó que es "alucinante" que el suministro global de vacunas Covid-19 dependa de cómo se negociaban estos acuerdos confidenciales.

Barnes-Weise mencionó como ejemplo a Pfizer, que ha dicho que fabricará 1.300 millones de dosis en 2021. El gobierno de Estados Unidos compró 100 millones de dosis, y luego se sorprendió cuando se le dijo que tendría que esperar hasta junio para recibir 100 millones adicionales incluidas como opción bajo su contrato.

Clemens Auer, negociador jefe de la Unión Europea, comentó que el contrato con Pfizer por 200 millones de dosis venía con un "calendario de entrega fijo", pero que estaba ocultando los detalles al público. "Los detalles no importan mucho", dijo, dado el alto volumen de vacunas que la UE había obtenido.

En Canadá, el gobierno se ha enfrentado a cuestionamientos sobre su contrato con Moderna. El país consiguió un acuerdo en agosto por 20 millones de dosis, con una opción por 36 millones adicionales. Estados Unidos anunció un acuerdo por hasta 500 millones de dosis poco después, y Gran Bretaña y la Unión Europea anunciaron sus propios acuerdos el mes pasado.

Entonces, cuando Moderna dijo recientemente que sus primeros 20 millones irían a Estados Unidos, los políticos canadienses fueron acusados ​​de dejar que su país perdiera su lugar. No era muy conocido que, como condición para recibir apoyo financiero de Estados Unidos, Moderna les había prometido a los estadounidenses sus primeras dosis.

En el Parlamento canadiense, Erin O'Toole, la líder conservadora, presentó una moción para que el gobierno publique las fechas de cumplimiento de sus órdenes de compra, con el argumento de que los ciudadanos "merecen saber cuándo pueden esperar cada tipo de vacuna".

Algunas empresas ya han revisado sus proyecciones basándose en problemas de fabricación. Pfizer inicialmente calculó que produciría 100 millones de dosis para fines de este año y 500 millones durante 2021, solo para reducir luego esas estimaciones a la mitad.

La estadounidense Novavax retrasó los ensayos clínicos en parte porque no pudo producir las dosis suficientes.

En otros casos, los fabricantes de vacunas o sus socios pueden haber prometido más dosis de las que se pueden producir: por ejemplo, ya se han comprometido 3.210 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca en ventas anticipadas, pero el laboratorio multinacional con sede en Londres hasta ahora solo pudo confirmar acuerdos de fabricación por 2.860 millones, según Airfinity.

Johnson & Johnson ha prometido 1.300 millones, pero ha asegurado la fabricación por solo 1.100 mil millones.

Desde las OnGs y organismos internacionales como la ONU y la OMS se les pide a los países ricos que compartan voluntariamente en vez de acumular, pero a medida que se hacen más visibles las marcadas disparidades en el acceso a las vacunas, aumenta la presión sobre esos países ricos para que modifiquen sus planes.

"El peor resultado posible es que están ofreciendo vacunas a la población de todo un país antes de que podamos ofrecerlas a las poblaciones de mayor riesgo en otros países", lamentó Bruce Aylward, asesor principal del director general de la OMS, que está trabajando en la iniciativa mundial de vacunas.

Incluso, si los países ricos donan el exceso de vacunas, el resto del mundo no tendrá todas las dosis que necesita para fines del próximo año.

Además, “si resulta que esta es una vacuna que se requiere todos los años, como la vacuna contra la gripe, eso cambiará las proyecciones por completo”, anticipó Krishna Udayakumar, director del Duke Global Health Innovation Center.

Los datos son aún más estremecedores si se ve el reparto por vacunas. Airfinity analizó los acuerdos realizados entre los países y las ocho vacunas líderes: 67 países de ingresos bajos y medios bajos corren el riesgo de quedarse atrás a medida que los países ricos avanzan hacia su ruta de escape de esta pandemia.

Cinco de los 67 países (Kenia, Myanmar, Nigeria, Pakistán y Ucrania) han informado de más de 1,5 millones de casos entre ellos. Datos que reflejan “una cruel realidad”, como dijo la directora de políticas de salud de Oxfam, Anna Marriott.

Estas cifras coinciden con las recopiladas por el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke (Estados Unidos).

Según los investigadores, no habrá suficientes vacunas para cubrir a la población mundial hasta 2023 o 2024. “Antes de que comenzara a vacunarse en Reino Unido, los países de ingresos altos o medios ya tenían compradas 7.300 millones de dosis, con otras 2.500 en negociación o reservadas”, compararon.

"Estos acuerdos directos realizados por países de ingresos altos (y algunos de ingresos medios) dan como resultado una porción más pequeña del pastel disponible para una asignación global equitativa. No hemos podido encontrar evidencia de acuerdos directos realizados por países de bajos ingresos, lo que sugiere que los países de bajos ingresos dependerán por completo de la cobertura de población del 20% de COVAX", indicó el informe del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke.

“Esto provoca que ya estemos viviendo las dos velocidades que muchos expertos avisaban respecto a las vacunas”, señaló Raquel González, responsable de Relaciones Externas de Médicos Sin Fronteras.

González lamentó el tiempo que tendrán que esperar los países de rentas bajas para disponer de vacunas hasta que COVAX tenga esas vacunas, decida donde las distribuya y comience el proceso:

"El acopio de vacunas es muy lícito. No se trata de demonizar a los países que están comprando y reservando, pero esto es una pandemia mundial en la que tienen que establecerse mecanismos para que las vacunas lleguen a todos", indicó González a Público de España.

La portavoz de Médicos Sin Fronteras recordó casos que se han vivido durante la pandemia para entender por qué las patentes y los monopolios pueden convertirse en un obstáculo en el acceso a la salud.

González mencionó el ejemplo de Holanda y la farmacéutica Roche durante los primeros meses de la pandemia. La alta demanda de kits de pruebas para el coronavirus provocó que la farmacéutica suiza no pudiera atender a toda la necesidad que había en esos momentos.

Los laboratorios holandeses dependían de Roche para obtener los suministros y hacer pruebas de detección. Por la escasez que había al tener la farmacéutica el monopolio, Holanda no pudo realizar pruebas durante los primeros meses de pandemia.

El gobierno pidió a Roche que compartiera la fórmula e intentó hacer una licencia obligatoria. El tiempo pasaba y finalmente la farmacéutica suiza cedió, pero el tiempo desperdiciado hubiese sido fundamental para salvar vidas.

“Un esfuerzo ambicioso para crear un sistema global de equidad de vacunas se está viendo socavado a medida que un puñado de países, incluidos los que se comprometieron con la igualdad, obtienen tantas dosis como sea posible” advirtió Elina Urli Hodges, subdirectora del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke.

Urli Hodges agregó que “los países están cubriendo sus apuestas al hacer acuerdos directos y al mismo tiempo participan en plataformas multilaterales, lo que impulsa la desigualdad y amenaza con prolongar una pandemia global”.

El estudio de la Universidad de Duke confirmó que ni un solo país de bajos ingresos celebró un acuerdo directo para comprar vacunas, lo que sugiere que los países de bajos ingresos se limitarán al mecanismo COVAX de la OMS para asegurar las vacunas.

Por ejemplo, los investigadores encontraron que Etiopía, el segundo país más grande de África, cuenta con COVAX para obtener suficientes vacunas para cubrir el 20% de su población y no tiene vías alternativas para asegurar dosis adicionales.

“Lo que plantea este análisis y que estamos viendo es que efectivamente se da el nacionalismo de vacunas por el cual los países más ricos, como Canadá y Reino Unido, están comprando muchas más dosis que las necesarias para su población siendo un insumo escaso, lo que genera problemas serios de distribución” dijo Florencia Luna, investigadora principal del CONICET y directora del programa de Bioética de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), centro colaborador de bioética de la OMS.

Luna y otros 18 expertos de diferentes instituciones del mundo publicaron un paper en la revista Science sobre cómo debería hacerse una distribución equitativa global de las vacunas.

“La apuesta debería ser a mecanismos de cooperación multilaterales. En el caso actual está la plataforma COVAX que fue creada por la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias, la Fundación GAVI y la OMS que busca conseguir tener dosis para cubrir el 20% de la población de todos los países que participan”, explicó Luna.

Para la especialista en bioética, hay que pensar cómo mejorar esta plataforma, cómo hacerla más transparente y eficaz, que alcance a más de un 20% de la población, y no dejar a los países salir a negociar enloquecidamente acuerdos bilaterales.

“La Argentina ha conseguido vacunas para alrededor de un 60% de la población, que es lo deseable para poder conseguir la famosa inmunidad de rebaño. Pero esto de tener dosis para cinco veces la población, lo único que hace es acaparar desmedidamente y no permitir a los otros países o al mismo COVAX acceder a los insumos porque el gran problema es que hay una capacidad limitada de producción”, completó Luna.