PAMI Y LOS PRESTADORES ACORDARON UNA NUEVA PRÓRROGA DEL CONVENIO HASTA EL 31 DE MARZO

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Cuando apenas faltaban un puñado de horas para que finalizara el año de la pandemia, PAMI, las cámaras industriales, las cámaras de farmacias y los colegios profesionales de farmacéuticos, acordaron una nueva prórroga del Convenio que vincula a la obra social de los jubilados con sus prestadores.

No hubo sorpresa en la nueva prórroga, pues entre dos modelos divergentes, con una distancia considerable entre ambas propuestas y con escaso tiempo para debatir entre feriados y en un fin de año atípico, la única opción era la continuidad condicionada del Convenio hasta fines de marzo, pues la otra opción era patear el tablero, que no figuraba en la agenda de ninguna de las partes.

Precisamente, durante las rondas de negociación de diciembre la prioridad fue la continuidad sin ruptura.

PAMI presentó un modelo ambicioso que hubiese requerido de mas tiempo de análisis técnicos y fue evidente desde el primer día que nadie podía aspirar a su aprobación inmediata.

Lo mismo ocurrió con la propuesta de la industria que apuntaba a otro modelo.

Pese a las disidencias, nadie se acercó peligrosamente a los bordes del acantilado.

El nuevo convenio mantiene el sistema de Precios PAMI que para la industria y los farmacéuticos resultaba insostenible por las distorsiones que introduce en comparación con los precios de venta al público PVP.

Sin embargo, el sistema seguirá con la prórroga que incluye un aumento de 7,2 por ciento de los Precios PAMI a partir del primero de enero y un nuevo incremento en marzo, ponderando la inflación de enero y febrero, menos dos puntos.

Otra de las modificaciones es el aporte de los farmacéuticos al Convenio que se reduce 1,5 por ciento, del cual un punto se hace cargo PAMI y el 0,5 por ciento restante lo asume la industria.

Al margen de la inevitable prórroga firmada cuando fenecía el año y se apresuraban saludos y despedidas, PAMI seguirá insistiendo con su modelo a partir de febrero cuando se reanuden las negociaciones presentando las siguientes propuestas:

1. Clasificación ATC a 4 dígitos: se establecerán 5 bandas de descuento de acuerdo a la clasificación por acción farmacológica principal de acuerdo a la cantidad de principios activos incluidos en el convenio que existan por cada una.

2. Antigüedad del Registro de Especialidad Medicinal en ANMAT: se tendrá en cuenta los años transcurridos desde el Registro de Especialidad Medicinal (REM) otorgado por ANMAT para la comercialización en nuestro país, para adicionar puntos de descuento en aquellos productos con REM mayores a 6 años.

3. Tratamientos oncológicos de primera línea: se tendrán en cuenta adicionalmente aquellos tratamientos de primera línea que son necesarios garantizar y para ello se creará un incentivo que reduzca el descuento para aquellos principios activos.

En cuanto al Precio PAMI seguirá siendo la cuestión más ríspida a negociar porque evidentemente existen dos interpretaciones diferentes y en el medio se ahonda una “grieta”.

Las cámaras de farmacias y los colegios farmacéuticos en una carta enviada a PAMI a mediados de diciembre compararon que entre el precio de venta al público (PVP) y el PVP PAMI se había acumulado una diferencia promedio de 40 por ciento y “existen una cantidad de medicamentos cuya diferencia está entre el 40 y el 63%”.

Ahora hay una nueva prórroga que como las prórrogas precedentes no toca las cuestiones estructurales, no cultiva ni abona un nuevo modelo, pero mantiene vivo al Convenio, que no es poco en los actuales “los tiempos modernos” parafraseando a Charles Chaplin.

Será para febrero o marzo ya con otra distancia, que el Convenio PAMI volverá a convertirse en el tablero de una nueva partida de ajedrez, como en Gambito de Dama.