PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

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Para diagnósticos tempranos y patologías avanzadas: Crece el uso de los métodos de imágenes en el abordaje de las enfermedades cardiovasculares”

Así lo afirmaron especialistas reunidos en IMÁGENES.21, el IX Congreso Argentino de Ecocardiografía e Imágenes Cardiovasculares SAC, un encuentro de actualización médica organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología sobre el rol de las imágenes en el diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, que cada año se llevan la vida de más de 95 mil personas en la Argentina.

La resonancia magnética, el ecocardiograma tridimensional, el eco Doppler, la tomografía cardíaca y los estudios de medicina nuclear constituyen los métodos más avanzados en diagnóstico, que permiten detectar patologías en estadios subclínicos (antes que den síntomas) y realizar un seguimiento no invasivo.

Las enfermedades cardiovasculares son, en conjunto, la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de fallecimientos globales debidos a estas patologías ha aumentado en algo más de 2 millones de personas entre el 2000 y el 2019, llegando prácticamente a 9 millones de decesos en 2019.

En la Argentina, según el último reporte de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación correspondiente al 2019, las enfermedades cardiovasculares registran un total de más de 97.000 muertes anuales (97.264)1.

La buena noticia es que la utilización de los estudios por imágenes ha permitido llegar al diagnóstico de muchas enfermedades cardiovasculares en forma precoz y precisa, contribuyendo a seleccionar cada vez mejor a los pacientes que se beneficiarán de las distintas estrategias terapéuticas.

Este fue el tema central de ‘IMÁGENES.21’, el IX Congreso Argentino de Ecocardiografía e Imágenes Cardiovasculares SAC, organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, que tuvo lugar recientemente en Buenos Aires en formato virtual.

“El avance tecnológico es constante y tanto los métodos diagnósticos como los tratamientos evolucionan permanentemente. Nuestro desafío es actualizar el conocimiento de la comunidad médica para lograr un uso cada vez más racional y eficiente de las técnicas de imagen, a fin de mejorar el impacto de éstas en la salud de la población”, afirmó el doctor Federico Cintora, presidente del Comité Científico del Congreso.

“El objetivo de este encuentro fue intercambiar conocimientos y, al mismo tiempo, difundir entre los colegas la utilidad de las imágenes cardiovasculares en el diagnóstico, posterior selección del tratamiento y seguimiento de las enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos para mejorar la atención de los pacientes”, subrayó el doctor Cintora.

Durante el Congreso, se abordaron temas muy diversos como el ultrasonido, la tomografía, la resonancia magnética y la medicina nuclear. Todos han tenido avances tecnológicos vertiginosos en las últimas décadas. Un aspecto común a muchos de ellos y de gran actualidad, es la introducción de la inteligencia artificial (IA) en todos los niveles del proceso de diagnóstico, es decir, tanto en la adquisición de las imágenes como en su procesamiento y en la interpretación.

Según la doctora María Celeste Carrero, miembro Titular SAC y Vicepresidente del Comité Científico del Congreso, “actualmente, casi no existen patologías cardiovasculares en las que no se utilicen métodos de imágenes”.

“Desde la prevención primaria hasta el tratamiento de enfermedades avanzadas requieren el uso complementario de éstas con criterio clínico para guiar la terapéutica”, agregó.

Por dar un ejemplo, “en pacientes con colesterol elevado, el eco Doppler de vasos de cuello y el Doppler arterial de miembros inferiores constituyen herramientas que permiten detectar la aterosclerosis (obstrucción de la luz de las arterias) en estadios precoces, realizar un correcto tratamiento y evitar consecuencias graves”, completó.

En la misma línea, Santiago del Castillo, médico cardiólogo, presidente del Comité Organizador del IX Congreso IMÁGENES.21, sostuvo que en los últimos años los avances en las técnicas de imágenes han permitido aumentar el espectro diagnóstico, así como la estratificación del riesgo de numerosas patologías cardiovasculares.

“Esto nos permite abordar los problemas cardiovasculares desde la prevención hasta la planificación y evaluación de procedimientos invasivos. Hoy las imágenes forman parte de la práctica cotidiana de la cardiología”, detalló.

Sólo por poner algunos ejemplos de la utilidad de las imágenes en el diagnóstico, la tomografía computada por múltiples detectores (multislice), también conocida como ‘angiografía coronaria por tomografía computada’, es un estudio no invasivo que posibilita la obtención de imágenes a través de rayos X y sirve para detectar obstrucciones en las arterias coronarias.

Para realizarlo, se usa una sustancia de contraste -generalmente iodada- que se inyecta por vía endovenosa para ‘teñir’ las arterias coronarias y distinguirlas de otras estructuras cardíacas.

En tanto, la resonancia magnética cardíaca constituye un método no invasivo de diagnóstico por imágenes que permite ampliar el campo de visión del corazón, los grandes vasos sanguíneos y su relación con otros órganos adyacentes.

Este estudio ofrece información sobre la anatomía y el funcionamiento de los ventrículos y de las válvulas cardíacas. Además, permite investigar la perfusión (irrigación sanguínea) del tejido cardíaco. Es un método diagnóstico útil para estudiar la enfermedad coronaria, las cardiopatías congénitas y las miocardiopatías (dilatada o restrictiva).

Por su parte, el ultrasonido cardiovascular comprende una técnica no invasiva que abarca diversos exámenes que utilizan ondas sonoras de alta frecuencia, no perceptibles para el oído humano, que -al interaccionar con los tejidos- permiten obtener imágenes directas muy confiables sobre la estructura y el funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos. Comprende, además de la ecocardiografía, la aplicación del ‘efecto Doppler’, que permite analizar el flujo de sangre a través de las cavidades cardíacas, el funcionamiento de sus válvulas y las condiciones de flujo en los vasos periféricos, ya sea a nivel de los vasos del cuello, el cerebro, arterias y venas de los miembros y de vísceras abdominales.

Si se habla de cardiología nuclear, los estudios más representativos son la tomografía por emisión de positrones y la tomografía computada por emisión de fotón único (PET y SPECT, respectivamente, por sus siglas en inglés), que utilizan sustancias que emiten radiación para evaluar la irrigación, el metabolismo y el funcionamiento de diferentes órganos, como el corazón. Estos estudios se indican para evaluar enfermedad coronaria, identificar distintos tumores y para estudiar si el tejido cardíaco funciona correctamente en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio o en quienes padecen insuficiencia cardíaca, miocardiopatía dilatada, infecciones graves en válvulas cardíacas o en aquellos que poseen marcapasos o inflamaciones en vasos sanguíneos.

La utilidad de las imágenes cardiovasculares, indicó el doctor Del Castillo, se extiende por numerosas patologías: miocardiopatías, cardiopatía isquémica, valvulopatías, enfermedad vascular y de aorta, enfermedad del pericardio, cardiopatías congénitas del adulto y el estudio de arritmias, entre otras.

“Más allá de los avances tecnológicos, es muy importante tener presente que la mejor prevención de la enfermedad cardiovascular se realiza controlando los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la dislipemia, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes, además de realizar los controles de salud periódicos”, subrayó.

“No podemos establecer un ranking de patologías cardiovasculares. Sabemos que la enfermedad de las arterias coronarias y la enfermedad cerebrovascular causan la mayoría de las muertes y los eventos incapacitantes en el mundo occidental. Sin embargo, desde el punto de vista de la persona individual, la patología más importante es la que se padece o la que se tiene riesgo de desarrollar, por eso es central el rol de los médicos cardiólogos y clínicos para identificar el perfil de cada persona en base a su historia, sus hábitos, sus síntomas y los antecedentes de su familia, para -de esta forma- establecer una estrategia diagnóstica eficaz, eficiente y razonable. Para cada una de las afecciones, las técnicas de imágenes hacen su aporte al diagnóstico”, concluyó el doctor Cintora.

Organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), ‘IMÁGENES.21’, el IX Congreso Argentino de Ecocardiografía e Imágenes Cardiovasculares SAC, contó con la participación de destacados especialistas, tanto de ámbito local como del extranjero.

Entre ellos cabe destacar a máximos referentes mundiales en distintas modalidades de imagen como los doctores William Zoghbi (USA), Thor Edvardsen (Noruega), Randall Thompson (USA), Marcelo Di Carli (USA), Miguel Ángel García Fernández (España), Marie Annik Clavel (Canadá), Artur Evangelista Masip (España), Victoria Delgado (Holanda), Federico Asch (USA) y Phillip Pibarot (Canadá), entre muchos otros.