PhRMA CONTRA EL RESTO DEL MUNDO

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PhRMA, la poderosa cámara de las multinacionales farmacéuticas estadounidenses, este año no se anduvo con chiquitas y acusó al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), a la UNITAID,  a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la Organización Intelectual Mundial Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y a la Organización Mundial del Comercio (OMC), de ser cómplices en la presunta violación de los derechos de propiedad intelectual que sufren sus empresas en el mundo.

En su afán por pelearse con el resto del mundo, apuntó sus cañones contra Canadá, Alemania, Australia, Taiwán, la UE, el Reino Unido e Israel, aliados geopolíticos de Washington.

“Las organizaciones multilaterales que alguna vez sirvieron como custodios del sistema internacional basado en reglas, buscan cada vez más socavar e incluso eliminar las protecciones de propiedad intelectual que impulsan y sostienen la innovación biofarmacéutica en los Estados Unidos y en todo el mundo”, se quejó PhRMA en su informe anual dirigido a la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).

“Mediante la reinterpretación de acuerdos internacionales y mediante reuniones, informes, lineamientos y programas de capacitación, la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), UNITAID y otras organizaciones están impulsando actos, políticas y prácticas a nivel mundial y en países específicos que impiden que los innovadores biofarmacéuticos obtengan y mantengan patentes, protejan los datos de pruebas reglamentarios y disfruten de un acceso justo y equitativo al mercado”,  fustigó PhRMA en respuesta a las consultas sobre la aplicación de la Special 301 de la USTR,  el instrumento que utiliza Estados Unidos para sancionar a los países “piratas” que supuestamente violan los derechos de propiedad intelectual y del cual Argentina es un abonado permanente.

En el informe de 2022, PhRMA acusó a la OMPI y la OMC de “centrarse de manera inapropiada en las limitaciones y excepciones a los derechos de propiedad intelectual”.

PhRMA se molestó por el hecho de que las excepciones y limitaciones a los derechos de patente y la salud están en la agenda del Comité Permanente sobre el Derecho de Patentes (SCP) de la OMPI.

La hoja de ruta de la OMS sobre el acceso a los medicamentos provocó también la ira de PhRMA porque planteó el espectro de que la OMS brindaría asesoramiento técnico a los países que buscan participar en la concesión de licencias obligatorias (algo que la OMS ha hecho durante más de dos décadas).

En referencia al apoyo público del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a la exención de la propiedad intelectual respaldada también por el presidente Joe Biden para las vacunas COVID, PhRMA calificó de "una propuesta extrema e innecesaria".

PhRMA obviamente se ofendió por el apoyo público de Tedros a la propuesta de la exención de los ADPIC, presentada por India y Sudáfrica en octubre de 2020 y que sigue frenada a causa de una trabada e interminable negociación.

Cada año, cámaras y asociaciones de la industria estadounidense como PhRMA, ofrecen sus puntos de vista sobre qué países de todo el mundo podrían estar perjudicando sus patentes como resultado de las presuntas violaciones a los derechos de propiedad intelectual, lo que puede contribuir a un informe producido por el representante comercial de la Casa Blanca sobre el estado global de la PI.

Las 273 páginas de comentarios de PhRMA de este año no solo están en desacuerdo con el compromiso de la administración Biden de apoyar una exención de propiedad intelectual para las vacunas COVID en la OMC, sino que también plantean preocupaciones sobre importantes socios comerciales y aliados políticos que recomienda incluir en la lista de vigilancia prioritaria, como Canadá.

La cámara además ha solicitado al representante comercial de Estados Unidos que agregue a Australia, Taiwán, la UE, el Reino Unido, Egipto e Israel a su "lista de vigilancia".

Por el contrario, la ONG Knowledge Ecology International (KEI) en sus comentarios a la Special 301 también presentados a la USTR, afirmó que “las políticas comerciales que promueven el acaparamiento de la propiedad intelectual y los conocimientos técnicos de fabricación son particularmente dañinas en una crisis de salud pública mundial como la pandemia de COVID”.

PhRMA también aseguró que sus compañías miembros de la cámara “están preocupadas por la dirección de la Estrategia Farmacéutica para Europa de la Comisión Europea y las opciones que se están considerando con respecto a la propiedad intelectual y otros incentivos para medicamentos huérfanos y pediátricos, lo que podría debilitar los derechos de propiedad intelectual en uno de los mercados más grandes del mundo”.

El grupo empresario de la industria estadounidense también afirmó que los países europeos están “poniendo en riesgo” la innovación biofarmacéutica “al regular los precios de los productos farmacéuticos en función de los precios de los países menos ricos o de los precios de productos más antiguos y menos innovadores que se consideran comparables, incluidos los genéricos”.

Por ejemplo, en la República Checa, el precio de un medicamento nuevo no puede superar el precio medio de los tres países más bajos de los 19 países de la UE.

Estas políticas y regulaciones de precios “continúan reduciendo los precios europeos, aumentan los pedidos de intercambio transfronterizo de información confidencial de precios que socava la capacidad de adaptarse a las diferentes necesidades de cada uno”, afirmó PhRMA, al tiempo que señaló que el 86% de los nuevos medicamentos lanzados globalmente desde 2011 están disponibles en Estados Unidos, en comparación con solo el 42 % en los Estados miembros de la UE, en promedio.

Sobre Alemania, PhRMA cuestionó que a causa de su proceso de reembolso y fijación de precios reestructurados desde hace aproximadamente una década, existen “serias restricciones en los tipos de diseños de estudio y criterios de valoración clínicos que son admisibles para demostrar la prueba de un beneficio clínico adicional”.

Para 2020, este proceso de evaluación arrojó como resultado que se considerara que el 60 % de todas las evaluaciones de medicamentos innovadores “no demostraron ningún beneficio clínico adicional en la subpoblación de pacientes especificada”.

Preocupaciones similares también se enumeraron sobre otros países que PhRMA quiere que se incluyan en la lista de vigilancia y que desde la geopolítica son aliados de Estados Unidos en su competencia con China, como Taiwán y Australia.

Sobre Australia, PhRMA señaló que sus empresas miembros “siguen enfrentando desafíos e incertidumbre para obtener recomendaciones positivas del Comité Asesor de Beneficios Farmacéuticos” de ese país, así como “la falta de notificación previa sobre las solicitudes de medicamentos para productos farmacéuticos potencialmente infractores de patentes”.

Sobre Taiwán, PhRMA señaló que el proceso de aprobación de medicamentos allí "es ineficiente" y las negociaciones de precios "pueden ser largas, lo que resulta en plazos generales que pueden exceder los dos años".

Al igual que en otros países de Oriente Medio y Asia, PhRMA también lamentó que Egipto carece de “una aplicación efectiva de las patentes, lo que permite a los fabricantes introducir medicamentos genéricos en el mercado antes de que caduquen las patentes” del medicamento de marca.

En Israel, PhRMA cuestionó un proyecto de ley de septiembre de 2021 que eximiría a ciertos medicamentos genéricos y biosimilares de la infracción de patentes con fines de exportación y “reduciría significativamente los derechos de propiedad intelectual y pondría en tela de juicio los compromisos bilaterales e internacionales”.

“El liderazgo de Estados Unidos es esencial para evitar que dichas organizaciones debiliten o incluso eliminen las protecciones de propiedad intelectual que impulsan la economía de innovación de Estados Unidos”, sostiene la cámara empresaria en el informe de este año.

“Además, organizaciones multilaterales como el PNUD y UNITAID abogan activamente por restricciones de patentabilidad y requisitos de patentabilidad adicionales que son incompatibles con la práctica internacional”, fustigó.

Cada año, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos lleva a cabo una revisión para identificar los países que “niegan una protección adecuada y efectiva de los derechos de propiedad intelectual (PI) o niegan un acceso justo y equitativo al mercado a empresas o ciudadanos estadounidenses” de acuerdo a sus parámetros.

Las cámaras y empresas estadounidenses, desde los estudios de Hollywood, las tecnológicas y los laboratorios, utilizan estas presentaciones para avergonzar a los países en un esfuerzo por persuadir a la USTR para que los designe como países de la "Lista de vigilancia prioritaria" o países de la "Lista de vigilancia".

Desde 2017, PhRMA se ha dirigido a agencias multilaterales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), para quejarse de la supuesta laxitud o inexactitud que estaban aplicando en sus análisis de patentes.

PhRMA afirmó en aquella oportunidad que “si bien el PNUD no parece tener experiencia especializada en asuntos de propiedad intelectual, emitió pautas de examen de patentes en 2016 que, de seguirse, impedirían que los innovadores obtuvieran patentes en muchos tipos de invenciones biofarmacéuticas”.

Organizaciones como la OMS, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la OMC, el PNUD y la UNCTAD “a menudo centran su trabajo de manera inapropiada en las limitaciones y excepciones a los derechos de propiedad intelectual, además de promover una serie de políticas dañinas que socavarían los incentivos vitales para innovación”, descalificaron en 2017.

Sobre UNITAID, agencia de la ONU contra el VIH/Sida, PhRMA sostuvo que “ha dirigido millones de dólares a programas que buscan debilitar las leyes de propiedad intelectual y presionar a los gobiernos para que rechacen las disposiciones de los acuerdos comerciales internacionales que fortalecerían los incentivos a la innovación”.

Finalmente, PhRMA solicitó a los Estados Unidos que “fortalezca la coordinación interinstitucional y se asegure de que los funcionarios con experiencia en propiedad intelectual sean parte de las delegaciones de los Estados Unidos en las reuniones globales relevantes”.