LA FÁBRICA DE LA PANDEMIA, UN DOCUMENTAL QUE EXPONE LOS DAÑOS DE LA DESFORESTACIÓN Y LA AGRESIÓN A LOS ECOSISTEMAS

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La humanidad está talando bosques y causando otros tipos de daños en los ecosistemas a un ritmo sin precedentes, sentando las bases para la próxima pandemia. Ese es el mensaje clave de la nueva película “La Fabrique des pandémies” (Haciendo pandemias) de la periodista y documentalista francesa Marie Monique Robin.

La película se transmitió como un preestreno mundial el 4 de mayo durante el Foro de Salud de Ginebra. El Foro tuvo un enfoque de salud ambiental y climática este año.

El resultado es producto del incansable trabajo detectivesco de Robin, una experimentada periodista que también dirigió “El mundo según Monsanto”, una mirada crítica a la industria de los plaguicidas.

La película, nacida de las reflexiones durante el confinamiento por la COVID, llevó a Robin a ocho países de África, Asia y las Américas, desde la Guinea francesa hasta la República Democrática del Congo, Malasia y México, así como al norte del Estado de Nueva York.

Narrada por la estrella de cine francesa Juliette Binoche, la película pretende hacer que el tema sea más accesible para el público en general, a pesar de su material altamente técnico.

Binoche es quien relata las historias de los virus, bacterias y parásitos mortales que han "escapado" de la naturaleza para convertirse en las principales plagas para la salud humana, como se ve a través de los ojos de los científicos que han documentado su camino destructivo.    

Los ejemplos incluyen la historia del virus Nipah mortal de Malasia, transmitido por murciélagos, que se convirtió en una amenaza para los humanos cuando las colonias de estos mamíferos expulsadas de las selvas tropicales destruidas para crear plantaciones de aceite de palma encontraron nuevos hogares en áreas agrícolas, y particularmente alrededor de granjas porcinas. Los cerdos infectados, cercanos a las personas tanto genética como proximalmente, comenzaron a transmitir el virus a los humanos.

Si bien la mayoría de las historias se relacionan con los países en desarrollo, las regiones desarrolladas no son inmunes, apunta el documental.

La enfermedad de Lyme, transmitida por garrapatas en América del Norte, ha representado una amenaza cada vez mayor para la salud humana a medida que los bosques se fragmentan, la biodiversidad se reduce y proliferan especies como el ratón de patas blancas, que son un reservorio de la bacteria mortal Borrelia que causa Enfermedad de Lyme.   

La película comienza con la lectura y las reflexiones de Robin durante el confinamiento por el COVID, incluido un artículo que leyó en el New York Times, que tocó una fibra sensible titulada "Hicimos una pandemia".

“Comencé a buscar y contactar científicos con los que trabajo desde hace más de 30 años”, relató. Entre ellos estaba Serge Morand, un parasitólogo que vive en Tailandia, quien también participó del Foro de Salud de Ginebra.

“Morand me dijo: si pudieras ponernos a todos juntos, sería muy poderoso. Porque hemos estado haciendo sonar la alarma durante tantos años, y simplemente nadie está prestando atención”, recordó.

“La cuestión -agregó Robin- es que se han publicado muchas, muchas docenas de estudios que muestran el vínculo entre la destrucción de la biodiversidad, por un lado, y la aparición de enfermedades infecciosas, por otro”.

Robin entrevistó a unos 62 científicos que trabajan en varias partes del mundo, con las historias de 14 condensadas en el libro Making Pandemics, publicado el año pasado, que ahora se ha convertido en una película. 

Todas las entrevistas se entrelazan para subrayar un mensaje único sobre los factores ecológicos que impulsan la aparición de nuevas enfermedades infecciosas y la expansión de enfermedades ya conocidas. 

“El primer factor es, por supuesto, la deforestación en las áreas tropicales”, agregó Robin. “Y luego la cría intensiva [de animales], y luego la globalización”.

Significa cultivar soja en Argentina o Brasil, para alimentar el ganado europeo. Significa cultivar palmeras. Quiere decir minería, oro, cobre, etc. Y también urbanización. Todos estos factores que contribuyen a la deforestación en las áreas tropicales”, menciona la cineasta en su documental.

Si bien existe una conciencia cada vez mayor sobre cómo el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, aumentan la frecuencia con la que surgen o se expanden enfermedades como el Ébola, Nipah y otras. Robin ofrece nuevos conocimientos sobre por qué este es el caso. 

Robin propuso “imaginar” el bosque como un universo masivo de bacterias, parásitos y virus, tanto conocidos como desconocidos, que circulan entre las especies animales que viven allí.

“Cuando los bosques son profundos y extensos, es más probable que los patógenos permanezcan dentro de sus límites geográficos naturales, explica Robin.

Y cuando las especies animales son diversas y abundantes, los virus peligrosos están contenidos en gran medida por un conjunto de controles y equilibrios biológicos naturales que también mantienen a otras especies bajo control.

En un ecosistema bien equilibrado, cuando los patógenos tienen muchos animales diferentes para infectar, no infectarán a las especies que pueden transmitir la enfermedad a los humanos con tanta frecuencia o intensidad, algo que ella describe como el "efecto de dilución".

Los animales que son más propensos a infecciones peligrosas tampoco pueden volverse demasiado dominantes como especie y, por lo tanto, representan un riesgo aún mayor para los humanos, porque también son presa de otros animales que los mantienen bajo control.   

Los ciervos en América del Norte se están infectando cada vez más con garrapatas portadoras de la enfermedad de Lyme, por ejemplo.

Pero cuando el bosque es talado o fragmentado, y sus animales son cazados o destruidos por humanos, entonces aumentan las posibilidades de que un patógeno infecte a una especie animal con un patógeno peligroso que luego puede transmitir la misma enfermedad a los humanos. 

La enfermedad de Lyme es un buen ejemplo de ese principio, explica el documental.

“El efecto de dilución significa que cuando tienes una gran comunidad de mamíferos flotando en el bosque, la probabilidad de que una garrapata se alimente de un ratón de patas blancas, que es un reservorio de la bacteria Borrelia, se diluye.

“Una garrapata, que necesita alimentarse de sangre, puede aterrizar en una zarigüeya en lugar de en un ratón, y la zarigüeya no se infectará porque no puede ser huésped de la bacteria”, explicó Robin.

Y mientras tanto, otros depredadores, como los zorros, cazan y se comen a los ratones, también manteniéndolos bajo control. “Pero si fragmentas el bosque como hemos visto en el Estado de Nueva York, entonces la mayoría de los depredadores, como los zorros, por ejemplo, se van”.

 “Los científicos han demostrado que la probabilidad de que [los humanos] también se infecten en un bosque fragmentado es cinco veces mayor; este es el efecto de dilución”, afirmó Robin.

“El efecto de dilución muestra que la biodiversidad protege tu salud porque cuando tienes mucha biodiversidad, se reducen las posibilidades de que cualquier persona [humana] se infecte”, completó.