PRESTIGIOSO VIRÓLOGO ESTADOUNIDENSE QUE INVESTIGÓ EL ORIGEN DE LA PANDEMIA EN WUHAN OCULTÓ SUS VÍNCULOS CON ECOHEALTH ALLIANCE

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Ian Lipkin, director del Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia, coautor de un artículo que marginó la hipótesis de que el virus causante del COVID-19 se filtró de un laboratorio, no reveló sus vínculos con EcoHealth Alliance, la empresa estadounidense que investigó durante años los coronavirus de los murciélagos asociado con el Instituto de Virología de Wuhan.

Ian Lipkin ha escrito artículos científicos durante una década para EcoHealth Alliance e incluso figuró como “socio”, reveló el sitio de investigación sobre transparencia de políticas públicas U.S. Right to Know, que desde hace tiempo demanda de las agencias federales de Estados Unidos y en especial de los Institutos Nacionales de Salud (INS) que publiquen toda la información disponible sobre el financiamiento de las actividades de EcoHealth Alliance en Wuhan previo al estallido de la pandemia.

“Lipkin no reveló su asociación con EcoHealth en un artículo muy influyente que afirma que el COVID-19 surgió de la naturaleza”, denunció el sitio estadounidense.

“Con 5,7 millones de visitas, el artículo (publicado en Nature Medicine) puede ser uno de los artículos científicos más leídos de la historia, pero otros científicos dicen que tiene muchos defectos”, afirmó el sitio de investigación.

Ian Lipkin, “ha trabajado a menudo con EcoHealth Alliance”, confirmó la organización especializada en salud ambiental en un correo electrónico de respuesta a U.S. Right to Know.

Lipkin ha sido coautor de al menos diez artículos científicos con investigadores de EcoHealth de 2011 a 2021, reconoció el presidente de EcoHealth Alliance, Peter Daszak, en un correo electrónico. Estas publicaciones incluyen un artículo sobre los nuevos coronavirus investigados por su empresa, que se define “sin fines de lucro” y recibió millonarios subsidios del gobierno estadounidense a partir de 2016 para sus investigaciones en Wuhan.

EcoHealth Alliance incluyó a Lipkin como "socio" de 2012 a 2014, según confirmó una versión archivada del sitio web de la organización especializada en salud ambiental.

Lipkin no reveló su asociación con EcoHealth Alliance en "El origen proximal del SARS-CoV-2", un documento muy influyente que afirmaba que COVID-19 surgió de la naturaleza.

Una premisa central de ese documento fue que COVID-19 “es demasiado diferente de los virus comúnmente empleados en experimentos para haberse derramado fuera de un laboratorio”.

"Es improbable que el SARS-CoV-2 surgiera a través de la manipulación de laboratorio de un coronavirus relacionado similar al SARS-CoV", afirmaba el documento.

"Los datos genéticos muestran irrefutablemente que el SARS-CoV-2 no se deriva de ninguna columna vertebral de virus utilizada anteriormente", aseveró el informe redactado por Lipkin oportunamente.

Con subsidios de las agencias federales de Washington, la organización EcoHealth Alliance financió sus investigaciones junto con el Instituto de Virología de Wuhan durante años, a sabiendas de Lipkin.

“Pero Lipkin no reveló su conexión con una organización que descubre virus nuevos y novedosos. Algunos de esos virus probablemente se estudiaron en su laboratorio asociado en Wuhan, que albergaba una de las colecciones más grandes del mundo de coronavirus de murciélagos”, afirma el sitio de investigación.

“Lipkin no respondió a varias solicitudes de comentarios”, detalló U.S. Right to Know.

Con 5,7 millones de visitas, el artículo de Lipkin en Nature Medicine “puede ser uno de los artículos científicos más leídos de la historia, aunque el artículo es formalmente una "correspondencia".

David Relman, microbiólogo de la Universidad de Stanford y experto en enfermedades infecciosas emergentes de las Academias Nacionales de Estados Unidos, analizó que los conflictos de intereses son especialmente problemáticos cuando se escribe sobre temas de alto perfil.

"Para cualquier tema importante y controvertido, creo que todos nosotros tenemos una responsabilidad aún mayor de revelar esos conflictos por adelantado, y dejar que otros tengan la oportunidad de juzgar qué efecto podrían haber tenido esos conflictos", dijo Relman.

Relman también cuestionó la lógica de la premisa del artículo de Lipkin al afirmar que “el documento ‘El origen proximal del SARS-CoV-2’, es defectuoso en sus suposiciones, lógica y la solidez de sus conclusiones. Me sorprendió mucho que pasara la revisión en Nature Medicine"”.

El director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, presidente de la Comisión COVID-19 de The Lancet, coincidió que la cita que los autores utilizaron para apuntalar la premisa del artículo merece más escrutinio.

"El documento no tiene credibilidad", escribió Sachs en un correo electrónico. "La afirmación central del documento, que el SARS-CoV-2 no está relacionado con virus previamente reportados en investigaciones de laboratorio, ¡ofrece como prueba una nota al pie de un artículo de 2014!"

"Afirma ridículamente desacreditar una emergencia de laboratorio de 2019 utilizando un documento de 2014", continuó. "El documento no ofrece evidencia real alguna contra el posible origen de laboratorio del virus, a pesar de que afirmaba hacerlo".

Desde entonces, el propio Lipkin ha reconocido la posibilidad de que el Instituto de Virología de Wuhan estuviera experimentando con virus desconocidos, contradiciendo el artículo del que es coautor.

"Si tienen cientos de muestras de murciélagos que están llegando, y algunas de ellas no están caracterizadas, ¿cómo sabrían si este virus estaba o no en este laboratorio? No lo harían", dijo Lipkin en una entrevista con The Washington Post el año pasado.

Pero Lipkin no reveló tampoco entonces su trabajo asociado con EcoHealth Alliance a los periodistas.

Nature Medicine, la revista que publicó el artículo define un "interés en competencia" que requiere divulgación de las "relaciones personales o profesionales con organizaciones e individuos", pagados o no pagados. Un portavoz de la empresa matriz Springer Nature no respondió a una solicitud de comentarios de U.S. Right to Know.

Todavía no está claro cómo los autores disiparon sus propias preocupaciones privadas de que el virus había sido diseñado en un par de días.

Por ejemplo, Lipkin expresó en privado su preocupación a sus coautores sobre una "pesadilla de evidencia circunstancial" que apuntaba al Instituto de Virología de Wuhan, informó Vanity Fair.

También se desconoce hasta qué punto los directores de los Institutos Nacionales de Salud, que financiaron a EcoHealth Alliance, pueden haber dado forma o condicionado el contenido del documento.

Los informes que llevaron a un reportero de U.S. Right to Know al enlace desaparecido que muestra la asociación de Lipkin con EcoHealth Alliance se obtuvieron a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

No es el único caso, pues “Emily Kopp, la viróloga que trató de desacreditar la teoría de la fuga de laboratorio, fue una vez una "socia" de EcoHealth Alliance”, completó U.S. Right to Know.