LAS VACUNAS DEL FUTURO SERÁN ACCESIBLES Y SUPUESTAMENTE BARATAS, PERO NO HAY CERTEZAS DE COMO SERÁN FINANCIADAS

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En el futuro las vacunas serán baratas y ampliamente disponibles. En lugar de simplemente brindar protección contra la hospitalización y la muerte, evitarán que ocurran infecciones en primer lugar. Sin embargo, la incertidumbre es como serán financiadas y de donde saldrá el dinero para garantizar el acceso universal.

Las conclusiones sobre “las vacunas del futuro” surgieron de un encuentro “cumbre” organizado en la Casa Blanca por el presidente Joe Biden, que, paradójicamente, no consigue que el Congreso apruebe una partida de 10 mil millones de dólares que solicitó para fortalecer la campaña de su gobierno contra la pandemia de COVID.

“Obviamente, todos han mencionado que aquí se necesita inversión”, reconoció Francis Collins, exdirector de los Institutos Nacionales de Salud y asesor científico interino de Biden, mientras moderaba un panel sobre nuevos métodos de administración de vacunas.

“Todo se reducirá a dinero”, admitió Collins introduciendo un baño de realidad durante la "Cumbre sobre el futuro de las vacunas contra el COVID-19" convocado por la Casa Blanca.

Durante el resto del evento, los funcionarios irradiaron optimismo. Ashish Jha, coordinador de respuesta al coronavirus de Biden, expuso una visión de las vacunas que superan la eficacia de las disponibles actualmente. “Las vacunas que tenemos son fabulosas”, dijo el funcionario y las que vendrán serán aún mejores, pronosticó.

“El tono se mantuvo optimista durante todo el evento, y la discusión a menudo pasó por alto los enormes desafíos científicos que implica el desarrollo de vacunas de próxima generación”, según reprodujo el sitio especializado Statnews.

“La audiencia en el evento, probablemente la reunión bajo techo más grande de líderes de salud pública de Estados Unidos desde que comenzó la pandemia a principios de 2020 constituyó un “quién es quién” de "Covid Twitter": una colección de destacados académicos y asesores actuales o anteriores de Biden, muchos de los cuales expresaron su alegría por conocerse en persona por primera vez”, describió su periodista Lev Facher.

Otros funcionarios presentes incluyeron a David Kessler, el principal asesor científico de la respuesta Covid-19 de la administración Biden; Alondra Nelson, directora interina de la oficina científica de la Casa Blanca; y Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.

Sin embargo, el evento no incluyó a legisladores ni a ningún funcionario del gobierno con un control sustancial sobre el gasto federal.

Eso no impidió que los participantes abordaran la cuestión de los fondos por completo. “El éxito de una iniciativa de vacuna tan radical, argumentaron, depende casi por completo de una inversión significativa del gobierno”, escribió el corresponsal en Washington de Statnews.

Uno de los participantes, Richard Hatchett, director ejecutivo de Coalition for Epidemic Preparedness Innovations, pidió a las naciones ricas que cumplan su promesa de ayudar a los gobiernos más pobres a comprar vacunas.

Denise Octavia Smith, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Trabajadores de Atención Médica Comunitaria, advirtió que los trabajadores de salud comunitarios no pueden ser tan efectivos si no se les paga de manera justa.

Akiko Iwasaki, profesora de Yale y cofundadora de una empresa que busca comercializar un refuerzo de vacuna administrado por vía nasal, agregó que asistió al evento para poder enfatizar la necesidad de apoyo del gobierno.

“Realmente estoy aquí para hablar sobre la necesidad de colaboración entre el gobierno, el sector privado y la academia”, resumió.

“Necesitamos actuar rápidamente para comenzar a probar estas vacunas nasales, y eso requiere una inversión significativa del gobierno de Estados Unidos, tanto en recursos [financieros] como en ayuda con la fabricación”, reclamó Akiko Iwasaki.

Si bien es difícil estimar el costo total del desarrollo de vacunas contra COVID de próxima generación, es casi seguro que requerirá miles de millones en fondos federales para realizar ensayos clínicos a gran escala, aumentar la capacidad de fabricación y, finalmente, comprar dosis para su distribución.

Un funcionario, que habló con Stat bajo condición de anonimato, dijo que se está trabajando en una solicitud de financiamiento al Congreso, por un valor de hasta 12 mil millones de dólares.

Sin embargo, los legisladores han demostrado en gran medida no estar dispuestos a proporcionar nuevos fondos a la administración de Biden para reforzar su respuesta a la pandemia.

 Una propuesta de financiación de 10.000 millones de dólares, considerada esencial para la compra de vacunas, pruebas y terapias antes de un posible aumento de caso en el otoño y el invierno venideros se ha estancado durante meses en el Congreso.

El mes pasado, el senador Mitt Romney (Republicano-Utah) acusó a la Casa Blanca de vender información "evidentemente falsa" después de que la administración insistiera en que los fondos eran esenciales, solo para luego mover 10 mil millones de otro grupo de fondos para comprar los suministros.

La Casa Blanca tampoco ha buscado agresivamente financiamiento para el plan de preparación para pandemias "estilo Apolo" de 65 mil millones que presentó en septiembre pasado, ni ha buscado dinero para el programa Misión contra el Cáncer "Cancer Moonshot”, que el propio Biden inauguró en 2016 cuando era vicepresidente, con el propósito de acelerar el ritmo de los avances contra el cáncer.