EL TITULAR DEL IOMA RECOMENDÓ EL MODELO DE LA OBRA SOCIAL DE SANTA FE PARA FRENAR LA SANGRÍA DE LOS MEDICAMENTOS DE ALTO PRECIO QUE DESFINANCIAN LOS SISTEMAS DE SALUD

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Homero Giles, titular de la obra social bonaerense IOMA, referenció a la obra social santafesina IAPOS como un modelo que debería ser replicado a escala nacional para frenar la judicialización por los medicamentos de alto precio que con valores de hasta 2 millones de dólares desfinancian y colocan al borde de la quiebra a las obras sociales.

Giles mencionó en modelo santafesino durante el debate “la problemática de los financiadores y proveedores de servicios de salud” organizado en el marco de las 19 Jornadas Federales de FEFARA.

Un trabajo muy interesante que conocí, que voy conociendo, que hace FEFARA con la obra social de Santa Fe, es ese espacio digital de debate por la prescripción de medicamentos”, señaló el director de IOMA.

“Hay que generar ese espacio, es muy difícil de hacer, pero hay que generar ese espacio de discusión, de diálogo y de consenso de los medicamentos”, reforzó Giles.

“Muy interesante es generar estos espacios, aunque no estén todos de acuerdo, pero si la mayoría estará de acuerdo”, reforzó.

Por el contrario, Giles advirtió que “en el consultorio médico, una vez que está hecha la receta, ya está….vaya uno a discutir con los médicos si tienen o no tienen razón”.

“Ese es un escenario muy malo para todos que nos afecta desde los prestadores al Estado”, vislumbró.

Giles citó el modelo del IAPOS santafesino inspirado por FEFARA y ya consolidado como un mecanismo eficaz para contener las demandas judiciales por medicamentos de alto precio, en contraposición a la experiencia negativa que el IOMA atravesó este año con una niña de la ciudad de La Plata con atrofia muscular espinal.

La niña de dos años nunca dejó de ser tratada pero la presión de un abogado de la farándula, un médico de la CABA que nunca hizo seguimiento del tratamiento de la menor pero prescribió el medicamento, el influyente Santiago Maratea, junto con la presión mediática de los canales porteños, consiguieron que un juez obligara a IOMA a pagar el medicamento Zolgensma.

El medicamento no provocó ninguna mejoría en la niña. Por el contrario, originó reacciones adversas y resultados negativos tal como había previsto un comité de cinco médicos expertos de diferentes instituciones y la médica de cabecera. Pero el juez desconoció esas opiniones profesionales y falló por la presión mediática.

IOMA ha presentado una denuncia penal contra los responsables de este desmadre que apunta, detrás del escenario, a promesas de curas milagrosas de la industria farmacéutica en los oídos de los padres desesperados.

Pero, mientras tanto, Giles calculó que el gasto en Zolgensma equivalió a las prestaciones que reciben mensualmente los 300 mil afiliados de IOMA en la ciudad de La Plata.

“Existe un circuito aceitado que siempre consigue un médico que receta, un abogado que presenta el amparo y un juez que otorga la cautelar”, sintetizó Giles.

“La cuestión que deberíamos poder ordenar es la prescripción de los medicamentos”, propuso Giles, referenciándose una vez más en el modelo del IAPOS santafesino.

Los medicamentos son un derecho social y todos debemos acceder a los servicios de salud y a los medicamentos cuando se necesite. Pero hay mucha dispersión entre los actores desde el propio Estado y poca regulación, entonces debe haber un actor que regule el mercado”, propuso.

Debe haber un actor que centralice con todos los actores del sistema lo que no significa estatizar clínicas o prepagas. Se ha embarrado la cancha con este tipo de discusiones”, lamentó.

Giles también aseguró que “IOMA estaba completamente destruida, con deudas tremendas con todos los prestadores cuando asumimos y pudimos equilibrar y crecer e incluso invertimos más que antes en prestaciones y servicios”.