FUNCIONARIOS DE ESTADOS UNIDOS Y DESTACADOS VIRÓLOGOS SOSPECHARON DE LA FUGA DE LABORATORIO A COMIENZOS DE LA PANDEMIA, PERO FINALMENTE LA DESCARTARON POR “CONSPIRATIVA”

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Las autoridades de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y expertos en virología intercambiaron decenas de correos a comienzos de 2020 que contemplaban la hipótesis de una fuga de laboratorio como origen del COVID, pero finalmente aceptaron la versión del Instituto de Virología de Wuhan y de su socio EcoHealth Alliance, que los desvinculaba de cualquier error humano.  

El frenético intercambio de llamadas telefónicas y de correos electrónicos que rápidamente intentaron enterrar la hipótesis de la fuga de laboratorios ha quedado en evidencia a partir de los registros obtenidos por The Nation y The Intercept  que ofrecen información detallada sobre esas deliberaciones confidenciales. 

Los documentos muestran que en los primeros días de la pandemia, Francis Collins, entonces director de los Institutos Nacionales de Salud, (NIH),  y Anthony Fauci, quien recientemente renunció como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), participaron en intercambios de correos electrónicos y llamadas telefónicas en las que varios virólogos destacados expresaron su preocupación de que el SARS-CoV-2 pareciera potencialmente "diseñado". 

Los participantes también contemplaron la posibilidad de que las actividades del laboratorio de Wuhan hubiesen conducido inadvertidamente a la creación y liberación del virus.

“Las conversaciones transmiten una sensación de urgencia ansiosa e incluyeron especulaciones sobre los tipos específicos de técnicas de laboratorio que podrían haber causado la aparición del virus. Después de aproximadamente una semana de debate y recopilación de datos, una de las figuras clave involucradas en las deliberaciones caracterizó el enfoque del trabajo del grupo de la siguiente manera: refutar cualquier tipo de teoría de laboratorio”.

Algunos de los virólogos que intercambiaron las opiniones confidenciales, luego participaron del artículo que la revista científica Nature Medicine publicó un el 17 de marzo titulado "El origen proximal del SARS-CoV-2". 

“Escrito por cinco científicos académicos de renombre, desempeñó un papel inicial importante en la configuración del debate sobre un tema ferozmente controvertido: el origen del virus. ¿Pasó de los animales a humanos en la naturaleza, en una granja, en un mercado? ¿O se filtró de un laboratorio como el Instituto de Virología de Wuhan, un centro líder en investigación de coronavirus en China?”, vislumbró The Intercept.

En cambio, “los científicos favorecieron fuertemente un origen natural, argumentando que el virus probablemente se propagó de los murciélagos a los humanos, posiblemente a través de un huésped animal intermedio”.

El documento revisado por pares demostró ser muy influyente. El doctor  Francis Collins anunció sus hallazgos en una publicación en el sitio web de la agencia a fines de marzo de 2020.

Cuando se le preguntó durante una conferencia de prensa el 17 de abril de 2020 en la Casa Blanca sobre las preocupaciones de que el SARS- CoV-2 hubiese salido de un laboratorio en China, el doctor Anthony Fauci hizo referencia al artículo, describió sus conclusiones y llamó a sus autores "un grupo de altamente calificados" de “virólogos evolutivos”. 

Anthony Fauci redactó un editorial descartando la idea de que el COVID-19 surgió del Instituto de Virología de Wuhan después de ser alertado sobre el trabajo sobre el coronavirus que su Instituto financió allí”, a través de la empresa de salud ambiental EcoHealth Alliance, expuso US. Right  to Know, que también  publicó las nuevas evidencias.

“En febrero de 2020, cinco importantes virólogos se reunieron para examinar aspectos de un coronavirus que emergía rápidamente y que parecía estar preparado para infectar células humanas. En particular, una característica única llamada sitio de escisión de furina causó preocupación e incluso mantuvo a un virólogo despierto toda la noche . Unos días después, los virólogos concluyeron que el virus no había sido diseñado. En marzo, sus conclusiones fueron publicadas en Nature Medicine “, recordó US. Right to Know, una organización que se especializa en transparencia de la información.

El artículo de Nature Medicine ha sido consultado en línea más de 5,7 millones de veces y ha sido citado por más de 2.000 medios de comunicación. ABC News, por ejemplo, publicó un artículo el 27 de marzo titulado “Lo siento, teóricos de la conspiración. Un estudio concluye que el covid-19 'no es una construcción de laboratorio'”.

ABC News citó a uno de los autores del artículo, Robert Garry, diciendo: "Hay muchas especulaciones y teorías de conspiración que llegaron a un nivel bastante alto, por lo que sentimos que era importante reunir un equipo para examinar la evidencia de este nuevo coronavirus para determinar lo que pudimos sobre el origen”.

Lo que esa cita no transmitió del todo fue que Garry y varios de los otros coautores del artículo sospechaban inicialmente que el SARS-CoV-2 podría haber surgido de un laboratorio y comunicaron sus sospechas a Fauci y a Collins a fines de enero y principios de febrero de 2020, y lo que siguió fue un período de deliberación intensa y confidencial sobre el origen del virus.

El NIAID había financiado al Instituto de Virología de Wuhan, un hecho del que Fauci había sido alertado a fines de enero. Minutos después de ser alertado por uno de los virólogos sobre la investigación de ganancia de función en curso en Wuhan, Fauci envió a un asistente para determinar si su instituto había financiado este trabajo. Fauci estaba consultando con el Consejo de Seguridad Nacional y la Casa Blanca casi a diario en ese momento, según muestra su agenda”, escribió US. Right to Know.

Fauci mantuvo una conversación telefónica con Kristian Andersen de Scripps Research, la noche del 31 de marzo de 2020 a pedido de Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust, una influyente fundación de investigación en salud con sede en el Reino Unido “y lo que escuchó claramente lo perturbó”,  aseguró The Intercept. 

En un correo electrónico a Farrar después de la llamada, escribió lo siguiente: “Le dije a (Andersen) que tan pronto como fuera posible, él y Eddie Holmes (virólogo de la Universidad de Sydney) deberían reunir a un grupo de biólogos evolutivos para examinar cuidadosamente los datos y determinar si sus preocupaciones son validadas. Debe hacer esto muy rápido y si todos están de acuerdo con esta preocupación, deben informarlo a las autoridades correspondientes. Me imagino que en los EE.UU esto sería el FBI y en el Reino Unido sería el MI5”.

“¿Cuáles eran las preocupaciones de Andersen?”, se preguntó The Intercept. Andersen las expuso claramente en un correo electrónico a Fauci esa misma noche.

“Las características inusuales del virus constituyen una parte muy pequeña del genoma (<0,1 %), por lo que hay que observar muy de cerca todas las secuencias para ver que algunas de las características (potencialmente) parecen manipuladas”, escribió Andersen en el correo a Fauci.

“Debo mencionar – agregó - que después de las discusiones de hoy, Eddie, Bob, Mike y yo encontramos que el genoma es inconsistente con las expectativas de la teoría evolutiva. Pero tenemos que mirar esto mucho más de cerca y todavía hay más análisis por hacer, por lo que esas opiniones aún podrían cambiar”.

Así comenzó una lucha para investigar en privado el origen del SARS-CoV-2. Al día siguiente, sábado 1 de febrero, Farrar organizó una conferencia telefónica con Fauci, Andersen, Holmes, Garry y varios otros científicos, incluidos Andrew Rambaut de la Universidad de Edimburgo y Ron Fouchier, un destacado virólogo holandés cuyo trabajo de experimentación con el H5N1 virus de la influenza ha generado controversia en el pasado. También fueron invitados a la conferencia Patrick Vallance, el principal asesor científico del gobierno del Reino Unido, y Collins. Este "grupo muy unido", como Farrar lo describió más tarde, debía tratar su discusión "con total confianza".

Fauci admitió que envió un correo electrónico a Hugh Auchincloss, su adjunto en el NIAID antes de la conferencia telefónica de esa tarde porque “quería ser informado sobre el alcance de nuestras colaboraciones y el tipo de trabajo que estábamos financiando en China. Quería saber cuál era la naturaleza de ese trabajo”.

En la declaración, se le preguntó a Fauci si le preocupaba que el trabajo que había financiado en China “pudiera haber llevado a la creación del coronavirus”.

“No me preocupaba que pudiera haberlo hecho”, respondió, “pero no me gustaba el hecho de que estaba completamente a oscuras sobre la totalidad del trabajo que [estaba] siendo realizado, y estaba entrando en un llamada telefónica con un grupo más grande de científicos establecidos y quería tener al alcance de mi mano lo que estábamos haciendo y lo que no estábamos haciendo”.

“Si aún no estaba al tanto de los detalles, es posible que Fauci se haya enterado esa mañana de que los NIH, a través de una organización sin fines de lucro estadounidense llamada EcoHealth Alliance, habían proporcionado dinero al Instituto de Virología de Wuhan”, sugiere The Intercept. 

“Entre otras cosas, los NIH ayudaron a financiar experimentos en el Instituto de Wuhan que infectaron ratones modificados genéticamente con híbridos "quiméricos" de coronavirus de murciélago relacionados con el SARS en lo que algunos científicos han descrito como una investigación inaceptablemente arriesgada

Como informó The Intercept, “estos experimentos en particular no podrían haber provocado la pandemia (los virus descritos en la investigación son muy diferentes del SARS-CoV-2), pero plantean preguntas sobre qué otros tipos de experimentos estaban ocurriendo en Wuhan y no han sido revelados”. 

Los científicos y los funcionarios de salud comenzaron a debatir si publicaban su trabajo y cómo abordar el problema de un posible origen de laboratorio. El 8 de febrero, Farrar escribió a varios de los científicos solicitando sus puntos de vista sobre el documento de resumen revisado y buscando su consejo sobre la posible publicación.

Christian Drosten, un científico de Alemania, respondió:  “¿Alguien puede ayudarme con una pregunta: no nos reunimos para desafiar cierta teoría y, si podíamos, descartarla?”.

"¿A quién se le ocurrió esta historia al principio?" añadió. "¿Estamos trabajando para desacreditar nuestra propia teoría de la conspiración?"

Holmes respondió, en parte: “Desde que comenzó este brote, ha habido sugerencias de que el virus escapó del laboratorio de Wuhan, aunque solo sea por la coincidencia de dónde ocurrió el brote y la ubicación del laboratorio. Trabajo mucho en China y puedo decir [sic] que mucha gente allí cree esto y cree que les están mintiendo”.

“Salvaje Oeste…” fue la respuesta lacónica e irónica de Farrar, una aparente referencia a las prácticas de laboratorio en China o posiblemente al propio Instituto de Virología de Wuhan.

Farrar hizo otra advertencia a sus colegas: “Deberíamos usar diferentes teléfonos; evite poner cosas en los correos electrónicos; y deshazte de nuestras direcciones de correo electrónico y contactos telefónicos normales”, escribió Farrar en sus memorias.

Kristian Andersen, quien terminaría figurando como el primer autor del artículo de Nature “Proximal Origin”, también intervino el 8 de febrero. “El hecho de que Wuhan se haya convertido en el epicentro de la epidemia en curso causada por nCoV (nuevo coronavirus) es probablemente una desafortunada coincidencia, pero plantea preguntas que sería un error descartar de plano”, escribió. 

“Nuestro principal trabajo durante las últimas semanas se ha centrado en tratar de refutar cualquier tipo de teoría de laboratorio, pero estamos en una encrucijada donde la evidencia científica no es lo suficientemente concluyente para decir que tenemos mucha confianza en cualquiera de los tres principales teorías consideradas”.

David Relman, profesor de microbiología, inmunología y medicina en la Universidad de Stanford, también tiene palabras críticas para el artículo de Nature que desvió la atención de un accidente de laboratorio, argumentando que se basaba en "suposiciones y opiniones erróneas" y que no se opone a la posibilidad de un origen asociado al laboratorio, que él cree que es tan plausible como un origen natural.

“Cuando lo vi por primera vez en marzo de 2020, el artículo me pareció una conclusión en busca de un argumento”, respondió a The Intercept.

“Entre sus muchos problemas, no consideró seriamente la posibilidad de una fuga accidental involuntaria y no reconocida durante los esfuerzos agresivos para cultivar coronavirus a partir de murciélagos y otras muestras de campo. También asumió que los investigadores en Wuhan le informaron al mundo sobre cada virus y cada secuencia que estaba en sus laboratorios en 2019. Pero estos correos electrónicos en realidad proporcionan evidencia de que los autores consideraron algunos escenarios adicionales asociados con el laboratorio, al principio de sus discusiones. Pero luego se apresuraron a juzgar, y los escenarios de laboratorio cayeron en desgracia”.

“Parece como si una combinación de una cantidad escasa de datos y un sesgo tácito contra el escenario (del origen del laboratorio) disminuyera la idea en sus mentes”, agregó.

Varios científicos académicos a los que se les pidió que comentaran para este artículo expresaron su gratitud porque estos documentos ahora son públicos, pero se negaron a hablar oficialmente debido a la polémica que rodea a este tema. 

Otros, incluidos los cinco autores del artículo de Nature "Proximal Origin", así como Fouchier y Farzan, se negaron a comentar, no respondieron a las consultas o no estaban disponibles. 

Los NIH no respondieron a las repetidas solicitudes de comentarios. 

The Wellcome Trust se negó a facilitar que Farrar estuviese disponible para responder. En diciembre, la OMS anunció que Farrar sería su nuevo jefe científico. 

También ese mes, los miembros republicanos del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara enviaron cartas a Andersen, Garry, Fauci, Collins y otros en busca de documentos y testimonios sobre el origen del SARS-CoV-2.

Estos documentos son importantes y deberían haber estado disponibles antes. El público tiene derecho a saber”, aseveró Lawrence Gostin, profesor de leyes de salud global en la Universidad de Georgetown, quien está a favor de una explicación de origen natural para el SARS-CoV-2 pero no descarta la posibilidad de un origen de laboratorio. “Todo el mundo ha sufrido por el COVID-19, y merecemos tener toda la información abierta y transparente, con una evaluación rigurosa de cuál fue la causa”.

Pero, Lawrence Gostin no es optimista y señala que el gobierno chino ha cerrado “la posibilidad de una investigación rigurosa, transparente e independiente” sobre la aparición del virus en Wuhan.

“Creo que es extraordinariamente triste para la humanidad que probablemente nunca lo sepamos con certeza”, lamentó. “Pero dejo gran parte de eso en manos de China”.

Los registros desclasificados por los NIH fueron publicados en respuesta a una demanda de la Ley de Libertad de Información presentada por Jimmy Tobias, reportero ambiental, colaborador de The Nation , The Guardian y Pacific Standard. 

“Se necesitaron 15 meses y demandas bajo la Ley de Libertad de Información para revelar que cada uno de los cinco autores había expresado preocupaciones privadas sobre la ingeniería o la reserva de nuevos coronavirus del Instituto de Virología de Wuhan y el trabajo en niveles de bioseguridad relativamente bajos”, compartió US. Right to Know.

Notas completas:

https://theintercept.com/2023/01/19/covid-origin-nih-emails/?utm_medium=email&utm_source=The%20Intercept%20Newsletter

https://www.documentcloud.org/documents/23316400-farrar-fauci-comms

https://usrtk.org/covid-19-origins/timeline-the-proximal-origin-of-sars-cov-2/?mc_cid=7c49c7aab2&mc_eid=716d080827