TIEMPO DE DIALOGO

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Después de la amenazas de sanciones y de las tapas de los diarios fogoneando la supuesta “cartelización” del mercado farmacéutico, el secretario de Comercio Augusto Costa convocó a las tres cámaras empresarias, por separado, para dejar atrás la confrontación e iniciar la etapa del diálogo, que venían reclamando los laboratorios. Comienza un arduo proceso de negociaciones, por ahora, con final incierto.

   Un comunicado de la Secretaría de Comercio, difundido en un horario inhabitual para las redacciones de los diarios de un sábado por la noche, abrió un nuevo panorama luego de la “batalla mediática” que se extendió durante una semana.
   “Están dadas las condiciones para llevar adelante un trabajo articulado y provechoso entre el gobierno, los laboratorios, las droguerias y las farmacias para seguir profundizando el crecimiento del sector, incrementar el empleo, fortalecer el sistema de salud y garantizar el acceso a los medicamentos a toda la población”, finalizaba el comunicado de la Secretaría de Comercio, que tambien calificaba de “auspiciosa decisión” que los laboratorios hubiesen retrotraido el precio de los medicamentos, como había pedido el gobierno.
“Estamos seguros de que a partir de esta conducta responsable de la industria farmacéutica se podrá retomar una agenda de trabajo con el sector”, confió el funcionario.
   Sin embargo, para que tanta dulzura no desentonara con las declaraciones públicas precedentes del propio Costa y del Jefe de Gabinete, jorge Capitanich, en el mismo comunicado se insistía que los incrementos de precios habían sido implementados unilateralmente por los laboratorios pertenecientes a las principales cámaras del sector”.
  Costa convocó a las cámaras empresarias por separado, tal como era previsible, pues reunir en torno a una mesa a CILFA, Cooperala y CAEME sería como avalar la presunta “cartelización” denunciada desde el gobierno.
  "Las aguas se han calmado", señalaron voceros de los laboratorios extranjeros que fueron los primeros en pasar por el despacho de Costa. Para entonces, las multinacionales alineadas en Caeme, muy duras una semana antes, ya habían decidido no presentar los recursos de amparo y acudir al llamado sin esgrimir la via judicial.
   Luego fue el turno de Cilfa y finalmente de Cooperala. El diálogo estaba dispuesto sobre la mesa tendida por Costa pero con condiciones. Si algún laboratorio insistia con el recurso de amparo, la Secretarìa de Comercio no volvería a convocarlo.
Como anzuelo, el funcionario ofreció habilitar "reuniones técnicas" para discutir el tema de fondo y que, en definitiva, quedó pendiente: los precios de los medicamentos y su futura actualizaciòn. Cuándo?. Es una incógnita. Quizás dentro de sesenta días cuando finalice el congelamiento dispuesto por el gobierno?. 
Lo que sí dejo en claro Costa fue que a partir de ahora las reuniones serán por cámara. De a una, tal como indica el manual de usos prácticos después de acusar a un sector industrial de "cartelizaciòn".
   El secretario Costa había convocado a los dirigentes de la Confederación Farmacéutica (COFA) en las horas previas a la publicación de la Resolución 90 que acusaba a los laboratorios de introducir aumentos de precios a partir de la presunta cartelización del mercado y que imponía el congelamiento por sesenta días, además de retrotraer las valores a comienzos de mayo.
   En esa reunión Costa pidió apoyo a los farmacéuticos para los efectos prácticos de la Resolución 90.
“Nosotros le contestamos que nosotros no eramos formadores de precios. También percibimos a través de sus comentarios que no parecía dispuesto a una guerra a fondo contra la industria”, comentó un dirigente de la COFA a Pharmabaires.
También descartó que las reuniones multisectoriales como la que convocaba Guillermo Moreno, tuviesen una utilidad práctica, por lo menos a partir de la experiencia con el anterior secretario de Comercio.
Juan Carlos Rucci, secretario de la Federación Farmacéutica FEFARA, coincidió que “no somos formadores de precios” y que el reclamo de la industria tenía su sustento porque “los medicamentos aumentaron mucho menos que otras variables”.
“Queremos un medicamento accesible, pero los precios están atrasados y la rentabilidad de las farmacias, que ya venía golpeada, ha sido perjudicada”, explicó Rucci a Pharmabaires.
   Algunos colegios farmacéuticos dieron un paso más agresivo. Por ejemplo, en La Rioja, los farmacèuticos de esa provincia dejaron de atender a las obras sociales por sentirse "perjudicados" con la imposición de Comercio de retrotraer los precios.
   En sintonía con esta posición, Ivan Villegas, titular del Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata, afirmó que “hemos quedado en el medio, cuando no somos los que formamos los precios. De eso se encargan los laboratorios”.
Raúl Mascaró, presidente de la COFA, propuso mirar un poco más allá del paisaje después de la batalla: “Es dífícil para las farmacias tener la rentabilidad atada al precio y al mismo tiempo trabajar para que el medicamento sea lo más accesible posible para los pacientes”.
“Hay que ir a una política de medicamentos distinta a la actual porque si el beneficio de uno es el perjuicio de otro, hay que cambiar el modelo de como se hacen las cosas”, completó Mascaró.