FUNDACIÓN GEP PRESENTÓ UNA OPOSICIÓN AL PEDIDO DE PATENTES DE EPCLUSA DE GILEAD

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La Fundación GEP presentó una oposición al pedido de patente que Gilead solicitó en Argentina sobre la combinación Sofosbuvir+Velpatasvir, cuyo nombre comercial es Epclusa.

La Fundación GEP demostró que “la solicitud no cumplía con los requisitos de patentabilidad vigentes en Argentina”, señaló en un comunicado.

Gilead había presentado una solicitud para obtener una patente sobre la combinación Sofosbuvir 400mg + Velpatasvir 100mg, un medicamento que comercializa con el nombre de Epclusa, a través de su asociado local, Gador.

Esta combinación es clave para tratar los principales genotipos de Hepatitis C, ya que es pangenotípioca; es decir, es una de las opciones de tratamiento simplificado que se pueden prescribir sin genotipificación para el tratamiento de corta duración de la hepatitis C”, explicó la Fundación.

Además, como tiene un bajo riesgo de eventos adversos y es recomendada para el tratamiento de personas que presentan fibrosis avanzada en su hígado.

“Por eso, una de las estrategias principales que Fundación GEP lleva adelante para contribuir con el acceso a medicamentos es monitorear las solicitudes de patentes sobre las distintas drogas, principalmente las que se usan para el tratamiento del VIH, la Hepatitis C y la tuberculosis”, señaló GEP.

La fundación “corrobora que esas solicitudes cumplan con los criterios de patentabilidad establecidos por la regulación nacional y, de esa manera, contribuye con el examen que debe realizar la Oficina de Patentes de Argentina, en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI)”, resaltó.

La Fundación GEP presentó en julio de 2019, una oposición a dicha solicitud de patentes, “ya que Gilead pretendía patentar una combinación de drogas que, según en el ordenamiento jurídico argentino, no es patentable”.

Pocos meses después de la presentación de la oposición, el INPI le solicitó a Gilead que proveyera más información, ya que consideró que la solicitud no presentaba datos suficientes para otorgarle la patente”, recordó Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de Fundación GEP.

“Pero la empresa no pudo aportar pruebas ni argumentos que superaran las observaciones del INPI en el plazo otorgado, y dictaminó el desistimiento de la solicitud (“desistida de manera forzosa”)”, agregó la Directora Ejecutiva de Fundación GEP.

“Es decir que desde que la medida fue notificada, no pesa monopolio sobre la combinación sofosbuvir+velpatasvir. La combinación puede ser producida localmente o adquirida en versiones genéricas nacionales o del mercado internacional, a precios más accesibles”, reforzó.

Celebramos la decisión que permitirá que esta droga llegue a más personas en Argentina”, celebró Di Giano.

La experta en propiedad intelectual subrayó “las oposiciones a las solicitudes de patentes, cuando resultan exitosas, logran disminuir la inversión en compras públicas de medicamentos”.

Según registros del Observatorio de Acceso a Medicamentos de Fundación GEP, en la última compra del Ministerio de Salud, durante el primer semestre de 2021, realizada a través de adjudicación directa a Gador, se pagaron 391.500 pesos por tratamiento completo de 12 semanas, para una persona.

Cada frasco de 28 pastillas de Epclusa tiene un valor de 130.500 pesos, y son necesarios tres para cada persona que lo necesite.

“Es decir, el Estado ha gastado el equivalente a alrededor de 1.300 dólares cada frasco o 3.900 dólares por tratamiento (considerando el valor del dólar al cierre del contrato, en mayo de este año, de 99,5 pesos), aunque es posible conseguir versiones genéricas de esta misma combinación, producidas en India, a precios que rondan entre 130 y 150 dólares cada frasco, lo que resultaría entre 390 y 450 dólares por tratamiento”, comparó Fundación GEP.

“Algo similar ocurrió con el Sofosbuvir, capaz de curar la Hepatitis C, cuyo precio disminuyó exponencialmente a partir de la entrada de genéricos al mercado nacional. Gracias a eso, en los últimos cinco años, el Estado ahorró 25 millones de dólares en la compra de este medicamento”, recordó José María Di Bello, Presidente de Fundación GEP.

Di Bello advirtió que “las grandes farmacéuticas nunca transparentan cuánto invierten en el desarrollo y la producción de las tecnologías médicas que introducen a los mercados, aunque utilizan el argumento de las grandes inversiones que supuestamente destinan a esos desarrollos para fijar precios ‘extorsivos’, que pueden imponer gracias a los monopolios que generan las patentes”.

“Desde Fundación GEP, seguimos trabajando para facilitar el acceso a medicamentos y a la salud”, concluyó Di Bello.