PIDEN REVISAR EL MECANISMO DE USO COMPASIVO POR EL ABUSO QUE SE COMETEN CON LOS MEDICAMENTOS DE ALTO PRECIO

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El mecanismo de “uso compasivo” contemplado en la legislación argentina para importar biológicos innovadores para tratamientos extremos, se ha convertido en una de las vías de ingreso de medicamentos de alto precio al país eludiendo el registro en la ANMAT y sin aportar evidencias clínicas de su efectividad, sostuvo el experto Constantino Touloupas durante el debate sobre “Medicamentos, como bien social: acceso, racionalidad y soberanía”.

Touloupas, experto en Sistema de Gestión de Medicamentos y especialista en Farmacología, afirmó que la ANMAT funciona como “una agencia de registro y no de regulación, y si no es por registro es por uso compasivo”.

Durante el debate coordinado por el Observatorio de Medicamentos como Bien Social de IDEP-Salud ATE Nacional, Touloupas pidió revisar ese mecanismo de “uso compasivo” que se ha convertido en una vía de ingreso para los medicamentos de alto precio no autorizados en Argentina. Una especie de “colectora” fundamentada en cuestiones humanitarias.

Spinraza, por ejemplo, fue uno de los medicamentos introducidos en Argentina por la vía de “uso compasivo” cuando no estaba registrado por la ANMAT.

La vía de “uso compasivo” es de “dudosa utilidad, francamente inútil” enfatizó Touloupas y advirtió que “el desafío no es una agencia de evaluación ni la legislación, porque tenemos una frondosa legislación”.

“La soberanía sanitaria requiere de un plan estratégico conocido y apoyado en sus metas y es una construcción política”, enfatizó el expositor.

Gastón Moran, subsecretario de Medicamentos e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación, aceptó que “al régimen de acceso de uso compasivo hay que modificarlo y hay que trabajarlo fuertemente”.

Gina Marín, del Observatorio IDEP-Salud de ATE Nacional, a su vez remarcó que los medicamentos de alto precio desguazan los sistemas de salud, pero la “prioridad son las enfermedades crónicas no transmisible desatendidas durante la pandemia”, que deberían ocupar la centralidad de las políticas de salud pública.