PATENTES: LA FINALIZACIÓN DE ALGUNAS Y UN MOVIMIENTO DE MILES DE MILLONES DE DOLÁRES
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Durante el transcurso de esta década finalizarán, una tras otra, las patentes de medicamentos que en su momento produjeron una innovación dentro del mercado y que además de acuerdo a la legislación estuvieron protegidos durante el término de 20 años como lo estipula la legislación internacional.
La patente es un instrumento legal otorgado por el Estado orientado a la explotación comercial de una invención, constituye un reconocimiento a la autoría en materia de propiedad intelectual y es un hecho económico decisivo en varios rubros entre ellos el farmacéutico.
Un estudio de Iqvia, una de las consultoras internacionales más grandes en el rubro, estima que los movimientos generados por los vencimientos de patentes serán millonarios. Tal vez la más importante recientemente vencida sea Humira, especialidad para enfermedades tales como la artritis reumatoide, la psoriasis o la enfermedad de Crohn, con una facturación de miles de millones de dólares.
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Cabe destacar que cuando terminan los 20 años del otorgamiento de una patente: 10 de investigación y 10 de comercialización exclusiva, se genera una doble alternativa para el medicamento en cuestión: desarrollar un genérico que posee la misma composición que el original o un biosimilar. La opción, en la que menos compañías se arriesgan, la producción de biosimilares: especialidades más complejas fabricadas mediante biotecnología.
Con estos vencimientos, desde este año especialmente, se abre un campo importante para las empresas en la producción de medicamentos.
Algunos de los otros vencimientos son Lucentis (ranibizumab), para problemas de la vista y en la retina, desarrollado por Novartis, o Aubagio (teriflunomida), para esclerosis múltiple, de Sanofi Genzyme.
Es altamente probable que las grandes farmacéuticas ya hayan previsto estas bajas, en tanto que para los sistemas de salud, el hecho de que se produzcan genéricos y biosimilares a partir de las patentes ya vencidas implica un gran ahorro que se hace sentir con toda su fuerza en sus presupuestos.